Cuidado de la salud y el tratamiento del VIH

Fuente del contenido: HIV.govActualizado: 15 de noviembre de 2022Tiempo de lectura: 8 minutos

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Mejorar los resultados del cuidado de la salud, prevenir nuevas infecciones

El VIH es un virus que puede multiplicarse rápidamente y dañar el sistema inmunitario del organismo, lo que dificulta que una persona pueda luchar contra las infecciones y los cánceres. Aunque no existe cura para el VIH, sí se dispone de tratamientos eficaces. En la actualidad, existen más de 30 medicamentos antirretrovirales aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) para tratar el VIH. Cuando se utiliza de forma constante, la terapia antirretroviral (ART, por su sigla en inglés) puede reducir la cantidad del virus en la sangre de una persona a un nivel muy bajo. Esto se conoce como supresión viral. La terapia ART también puede hacer que la carga viral de una persona sea tan baja que no se detecte en una prueba estándar de laboratorio. Esto se denomina tener una carga viral indetectable. Las personas con VIH que inician la terapia antirretroviral en una fase temprana, que reciben y siguen el tratamiento, y consiguen y mantienen una carga viral indetectable, pueden vivir sanamente. El tratamiento también proporciona enormes beneficios para la prevención: en los estudios de investigación realizados hasta ahora, no se ha relacionado ningún caso de transmisión del VIH con alguien que tuviera una carga viral suprimida. En resumen, las personas con VIH que toman medicamentos para tratar el VIH según lo indicado y mantienen una carga viral indetectable pueden vivir sanamente y no transmitirán el VIH a sus parejas VIH negativas por medio de relaciones sexuales. Las guías clínicas de los Estados Unidos recomiendan que todas las personas diagnosticadas con VIH reciban tratamiento lo antes posible, sin importar el tiempo que lleven con el virus o lo sanas que estén.

El tratamiento oportuno y accesible del VIH es una necesidad crucial

Aunque los beneficios para la salud y la prevención del tratamiento antirretroviral son evidentes, según los CDC, en 2019, solo el 66% de las personas con un diagnóstico de VIH en los Estados Unidos presentaban supresión viral. Esto se debe a varias razones. Entre las personas con VIH que no tienen el virus bajo control, muchas han sido diagnosticadas, pero entran y salen de los cuidados de salud debido al costo de los cuidados médicos y de los medicamentos para el VIH, el estigma, la vergüenza, las preocupaciones percibidas o reales sobre el consumo de medicamentos para el VIH, la falta de vivienda estable y la falta de medios de transporte. Cuando las personas con VIH no reciben el tratamiento y los cuidados que necesitan, la enfermedad empeora y progresa hasta convertirse en SIDA. En 2019, hubo 15,815 muertes entre personas diagnosticadas en los Estados Unidos y las zonas dependientes. Las personas con VIH que no tienen una supresión viral también tienen una alta probabilidad de transmitir el virus a otras personas. Los CDC han descubierto quemás del 90% (en inglés) de las nuevas infecciones por VIH podrían evitarse si las personas con VIH fueran diagnosticadas y recibieran cuidados y tratamiento rápidos y continuos.

Disparidades en el tratamiento y el cuidado del VIH

Existen muchas disparidades en el tratamiento y el cuidado del VIH entre ciertas subpoblaciones en los Estados Unidos. Por ejemplo, el informe de vigilancia del VIH de los CDC de 2019 (en inglés) indica que las personas negras o afroamericanas con diagnóstico de VIH tienen tasas de acceso a los cuidados médicos dentro del mes siguiente al diagnóstico del VIH y de supresión viral dentro de los seis meses siguientes al diagnóstico que son más bajas que las de las personas blancas y muy por debajo de los objetivos nacionales. Además, menos personas con VIH en el sur del país son conscientes de su infección que en cualquier otra región. En consecuencia, en el sur hay menos personas con VIH que reciben cuidados médicos o tratamiento a tiempo, y menos personas obtienen supresión viral. Los datos de las clínicas financiadas por el Programa Ryan White contra el VIH/SIDA (RWHAP, por su sigla en inglés; presentación en inglés) demuestran que, en 2020, los indígenas americanos o nativos de Alaska, los negros/afroamericanos, las mujeres transgénero, los jóvenes de entre 13 y 24 años y las personas que se encontraban en viviendas inestables tenían unas tasas de supresión viral inferiores a las de la población general del RWHAP. Estas poblaciones tenían tasas más bajas de compromiso en cada etapa de los cuidados, debido en parte a una serie de condiciones sociales y ambientales que hacen más difícil buscar cuidados y permanecer en ellos. Las condiciones incluyen la pobreza, un acceso inadecuado a los cuidados de salud, el estigma y una comprensión limitada de los beneficios del tratamiento.

Prioridades nacionales: mejorar el acceso al cuidado del VIH y aumentar la supresión viral

Los datos científicos que demuestran los beneficios del tratamiento en una fase temprana del VIH para la salud de las personas con VIH y la prevención informaron la Estrategia Nacional contra el VIH/SIDA (2022-2025). La Estrategia se concentra en cuatro objetivos: prevenir nuevas infecciones de VIH; mejorar los resultados de salud relacionados con el VIH de las personas con VIH; reducir las disparidades de salud relacionadas con el VIH y las desigualdades de salud; y lograr esfuerzos integrados y coordinados que aborden la epidemia de VIH entre todos los socios y partes interesadas. Para implementar y alcanzar estas metas, la Estrategia detalla 21 objetivos y 78 estrategias. También nombra cinco poblaciones prioritarias que se ven desproporcionadamente afectadas por el VIH, de modo que las agencias federales y otras partes interesadas puedan concentrar sus esfuerzos y recursos para lograr el mayor impacto.

La evaluación de los progresos en mejorar la salud de las personas con VIH

Para 2025, la Estrategia aspira a aumentar al menos al 95% el porcentaje de personas recién diagnosticadas que reciben cuidados médicos para el VIH dentro de un mes después de su diagnóstico y aumentar al menos al 95% el porcentaje de personas con VIH diagnosticado que tienen supresión viral. Además, los objetivos de la Estrategia incluyen reducir en un 50% la falta de vivienda entre las personas diagnosticadas con el VIH y disminuir en un 50% el estigma entre las personas diagnosticadas con el VIH.

En todo el Gobierno federal, las agencias trabajan para aplicar la Estrategia y ayudar a eliminar las deficiencias en el cuidado y tratamiento de las personas con VIH y alcanzar un futuro más saludable. Esto incluye esfuerzos concentrados en seguir mejorando la respuesta al VIH entre los grupos minoritarios raciales y étnicos que han sido más afectados por el VIH. Un recurso importante para incrementar la capacidad de las agencias y oficinas del HHS de mejorar los resultados y reducir las disparidades relacionadas con el VIH entre las comunidades de minorías raciales y étnicas es la Iniciativa contra el SIDA en las Minorías (MAI, por su sigla en inglés), que fue establecida por el Congreso en 1999. La legislación distribuye los recursos de la MAI entre los CDC, la HRSA, la SAMHSA y el Fondo para el VIH/SIDA en las minorías (MHAF, por su sigla en inglés; página en inglés). Los recursos asignados a las agencias del HHS apoyan la provisión de servicios que están diseñados para complementar, no duplicar, los que reciben apoyo de otras financiaciones. Dos áreas de atención especial del MAI son el desarrollo de la capacidad de las organizaciones comunitarias y el mejoramiento de la calidad de los cuidados.

El MHAF, administrado por la Oficina de la Subsecretaria de Salud, desempeña un papel único en el mejoramiento de la calidad de la prevención y el cuidado de las minorías raciales y étnicas. El MHAF apoya demostraciones entre agencias y proyectos administrados por agencias (en inglés) que sirven como laboratorios de innovación, probando nuevos enfoques antes de que las innovaciones se introduzcan más ampliamente en los sistemas de prevención, pruebas o cuidados. El trabajo incluye la evaluación de cómo puede mejorarse la eficacia y la calidad de los servicios para atender mejor a las personas que necesitan servicios relacionados con el VIH. Entre los proyectos de demostración apoyados actualmente por el MHAF se incluyen los que están ayudando a crear capacidad para implantar el inicio rápido del tratamiento antirretroviral para mejorar la participación en los cuidados en los programas Ryan White contra el VIH/SIDA y el uso de intervenciones agrupadas para mejorar la coordinación de los cuidados para las mujeres negras con VIH. Los éxitos generados por las actividades del MHAF crean cambios duraderos en toda la cartera federal de prevención y cuidado del VIH, mejorando la eficiencia, reduciendo aún más la infección del VIH y salvando vidas y fondos para los cuidados de salud.

Las agencias federales cumplen diversas funciones en el apoyo al cuidado y tratamiento del VIH para las personas con VIH en los Estados Unidos. Algunas proporcionan servicios clínicos para el VIH, otras ayudan a pagar el cuidado y el tratamiento del VIH, mientras que otras proporcionan ayudas para la vivienda, la formación, el empleo o los ingresos que ayudan a las personas con VIH a permanecer bajo cuidado y adherentes a su tratamiento. Otras agencias federales se ocupan de garantizar la seguridad y la eficacia de los medicamentos y las pruebas diagnósticas que se utilizan en el tratamiento del VIH, mientras que otras se dedican a establecer, revisar y actualizar las guías nacionales para el tratamiento de la enfermedad del VIH y otros asuntos relacionados.

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