Actividades para la prevención del VIH

Reducir las nuevas infecciones por VIH

Se calcula que cada año se realizan alrededor de 37,600 nuevos diagnósticos de VIH, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). El enfoque federal para reducir las nuevas infecciones por VIH se basa en las mejores pruebas científicas disponibles, y los estudios de modelos han informado las decisiones sobre la asignación de recursos en relación con las estrategias aplicadas, la geografía y las poblaciones con mayor riesgo. En resumen, estos datos han indicado que la mejor manera de prevenir nuevos casos de VIH es garantizar el diagnóstico a tiempo y la participación en el cuidado y el tratamiento de las personas que viven con VIH para aumentar el porcentaje de personas con VIH que han logrado la supresión viral; destinar los recursos de prevención a los lugares con mayor incidencia de la enfermedad y a las poblaciones con mayor riesgo; y garantizar que las estrategias de prevención más eficaces tengan prioridad y sean ampliamente aplicadas.

Las actividades del Gobierno federal también incluyen la investigación para evaluar nuevos métodos de prevención (como vacunas, microbicidas y formulaciones de acción prolongada de profilaxis previa a la exposición, o PrEP) y para mejorar la eficiencia y efectividad de la prevención, cuidado y tratamiento del VIH. Además, el Gobierno federal apoya una serie de servicios esenciales para reducir los comportamientos de riesgo y hacer posible que las personas con VIH sigan recibiendo cuidados médicos y tratamiento del VIH. Entre ellos se incluyen el tratamiento del consumo de sustancias y otros servicios de salud conductual, la ayuda para la vivienda, la ayuda para el transporte y otros servicios comprobados que abordan los riesgos asociados a la transmisión del VIH o que interfieren en la capacidad de las personas con VIH para lograr la supresión viral. Este enfoque basado en pruebas se refleja en la Estrategia Nacional contra el VIH/SIDA actualizada, que incorpora las pruebas científicas más recientes. El primer objetivo de la estrategia es reducir las nuevas infecciones por el VIH. En todo el Gobierno federal, los organismos participan en una amplia variedad de esfuerzos para prevenir la adquisición y transmisión del VIH. Los resultados muestran que las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en general, en la mayoría de los subgrupos y en todos los estados para los que se dispone de datos. Las excepciones son algunos subgrupos de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

El VIH no afecta de la misma manera a todas las personas que viven en los Estados Unidos

Aunque cualquier persona puede adquirir el VIH o, si tiene el VIH y no ha logrado la supresión viral, puede transmitirlo, la epidemia en los Estados Unidos se concentra en ciertos grupos de la población y zonas geográficas de gran importancia:

• hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, de todas las razas y etnias (con una carga de VIH especialmente elevada entre los hombres gais y bisexuales afroamericanos/negros)
• hombres y mujeres afroamericanos/negros
• hombres y mujeres latinos
• personas que se inyectan drogas
• jóvenes de entre 13 y 24 años (con una carga de VIH especialmente elevada entre los jóvenes afroamericanos/negros gais y bisexuales)
• personas que viven en el sur de los Estados Unidos
• mujeres transgénero (con una carga de VIH especialmente elevada entre las mujeres transgénero afroamericanas/negras)

La caja de herramientas para la prevención del VIH se ha ampliado

Ahora hay más opciones que nunca para reducir la posibilidad de contraer o transmitir el VIH, y los métodos más recientes son más efectivos que los anteriores. Entre ellos se incluyen acciones que las personas pueden adoptar para evitar exponerse al VIH, como la abstinencia, conocer el estado de VIH propio y de las parejas sexuales para tomar decisiones de prevención afines, y elegir comportamientos que reduzcan la exposición al VIH, así como herramientas, servicios e intervenciones destinadas a reducir la exposición al VIH que ofrecen los proveedores de cuidados de salud, los departamentos de salud pública, las organizaciones comunitarias y otros. Entre las herramientas actualmente disponibles que han demostrado reducir significativamente las posibilidades de transmitir o adquirir el VIH se incluyen:

• Pruebas del VIH (para detectar una infección no diagnosticada)
• Medicamentos contra el VIH para prevenir la transmisión
  • Tratamiento como prevención
  • Prevención de la transmisión de madre a hijo
  • Profilaxis previa a la exposición (PrEP)
  • Profilaxis posterior a la exposición (PPE)
• Intervenciones para mejorar el acceso a las herramientas de prevención
  • Programas de servicios de jeringas
  • Leyes que permiten la compra de jeringas estériles
  • Programas de distribución de condones
• Tratamiento de la dependencia de drogas (incluida la terapia asistida con medicamentos)
• Diagnóstico y tratamiento de ETS
• Circuncisión masculina médica

Se ha demostrado que las campañas en los medios de comunicación, las intervenciones conductuales, los recordatorios de medicación y otras estrategias pueden ayudar eficazmente a las personas a adoptar y mantener estrategias de reducción de exposición al VIH, como el uso de condones, la adherencia al tratamiento del VIH y las prácticas de inyección estéril. La educación, la formación y la mejora de la capacidad de los proveedores de cuidados de salud también son actividades importantes que pueden mejorar la capacidad de los proveedores y sistemas de cuidados de salud, así como de las organizaciones comunitarias y su personal, para prestar servicios de prevención, cuidado y tratamiento del VIH de alta calidad con eficiencia y eficacia.

Por ejemplo, los resultados finales de una investigación financiada por los Institutos Nacionales de Salud que se publicaron en 2016 proporcionaron las pruebas más convincentes hasta la fecha de que el tratamiento en una fase temprana reduce la transmisión del VIH en un 93% entre las parejas heterosexuales. Otros estudios han informado de descubrimientos similares en poblaciones diversas que incluían a hombres gais y bisexuales. Y lo que es más importante, ninguno de estos estudios ha descubierto un caso en el que el VIH fuera transmitido sexualmente por alguien con una carga viral suprimida. Estos descubrimientos de la investigación, unidos a los resultados de estudios anteriores que demuestran que iniciar el tratamiento del VIH lo antes posible es bueno para la salud de las personas con VIH y a los estudios de modelización que se han realizado para predecir el impacto que pueden tener diversas intervenciones en la transmisión del VIH, hacen que el “tratamiento como prevención” sea la máxima prioridad de la respuesta federal al VIH en los Estados Unidos.

Teniendo en cuenta esta prioridad, una amplia gama de programas financiados con fondos federales y llevados a cabo por los CDC, la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), el Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA), Medicaid, Medicare, el Servicio de Salud Indígena (IHS), la Oficina de Prisiones y otros proporcionan pruebas del VIH, conexión a los cuidados del VIH, retención en los cuidados y adherencia a los cuidados. Los programas financiados con fondos federales también apoyan la prestación de cuidado y tratamiento del VIH a través del Programa Ryan White Care Act de la HRSA, que proporciona servicios a cerca de la mitad de las personas con VIH diagnosticado. Otros esfuerzos financiados con fondos federales proporcionan cuidados de salud para el VIH en centros de salud, apoyan la formación de los proveedores de cuidados de salud y otros profesionales de la salud aliados, y proporcionan servicios de salud conductual, vivienda, transporte, empleo, asistencia legal y otros servicios que hacen posible que las personas con VIH consigan los resultados en los cuidados del VIH que son necesarios para prevenir las visitas a urgencias, las hospitalizaciones, las enfermedades, la discapacidad y la muerte, así como la transmisión ulterior del VIH. Lea sobre las actividades federales de cuidado y tratamiento del VIH.

Las investigaciones financiadas por los NIH también han demostrado la importante función que pueden desempeñar los medicamentos contra el VIH cuando los toma una persona que no tiene el virus para prevenir la infección. Múltiples estudios han demostrado que tomar la PrEP, una pastilla antirretroviral diaria, tiene una eficacia superior al 90% en la prevención de la adquisición del VIH si se utiliza según lo indicado. También puede reducir la infección en un 70% o más entre las personas que se inyectan drogas. Múltiples programas de todo el Gobierno federal ofrecen educación sobre la PrEP a los proveedores de cuidados de salud y a los miembros de la comunidad y proporcionan pruebas de laboratorio, medicamentos y otros servicios que mejoran el acceso a la PrEP. Un marco integral para mejorar el acceso a la profilaxis previa a la exposición (el Marco de la PrEP contra el VIH) sirve de modelo para las actividades federales destinadas a ampliar la PrEP como estrategia para prevenir la transmisión del VIH y reducir las nuevas infecciones en los Estados Unidos.

Research has also shown other methods that can effectively reduce HIV risk and in many cases are cost saving, including access to condoms and sterile syringes, substance abuse treatment, screening and treatment for other sexually transmitted infections, as well as choosing less risky sexual behaviors and limiting one’s number of sexual partners.

Las investigaciones también han demostrado otros métodos que pueden reducir eficazmente las probabilidades de adquirir el VIH y que, en muchos casos, suponen un ahorro de costos, como el acceso a condones y jeringas estériles, el tratamiento del uso indebido de sustancias, la detección y el tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual, así como la elección de comportamientos sexuales de menor probabilidad de exposición al VIH y la limitación del número de parejas sexuales.

Las pruebas del VIH son una estrategia clave para la prevención

El acceso generalizado a las pruebas del VIH, el diagnóstico oportuno y el acceso al tratamiento y cuidado siguen siendo fundamentales para los esfuerzos federales de prevención del VIH y para los esfuerzos federales para mejorar la salud de las personas con VIH. Las pruebas del VIH son la única forma de identificar a casi uno de cada siete estadounidenses con VIH en 2014 que no sabían que lo tenían. No saber que tenían el virus ponía a estas mujeres y hombres en riesgo de sufrir graves problemas de salud y muerte prematura, y de transmitir el virus a otras personas sin saberlo. En la actualidad, las nuevas tecnologías de pruebas del VIH han mejorado nuestra capacidad para diagnosticar el VIH más pronto tras la infección y han ampliado la ventana de oportunidades para realizar intervenciones eficaces durante la fase aguda de la infección, un momento inmediatamente posterior a la infección en el que la carga viral del VIH es elevada y aumenta la probabilidad de transmisión del virus a otras personas. El diagnóstico precoz y la vinculación al tratamiento con terapia antirretroviral (ART) también mejoran sustancialmente los resultados de salud de las personas con VIH, haciendo posible que una persona de 20 años que es diagnosticada y comienza el tratamiento contra el VIH poco después de la infección viva prácticamente tanto como un compañero que no tiene el VIH. El tratamiento del VIH es también una herramienta de prevención potente y muy eficaz que reduce significativamente la probabilidad de transmisión ulterior del VIH. Lea sobre las actividades federales de pruebas del VIH.

Prioridad nacional: reducir las nuevas infecciones por el VIH

Los avances científicos en la prevención del VIH han cambiado de manera fundamental nuestra capacidad para prevenir nuevas infecciones, así como los enfoques necesarios para que esto sea posible. Estos avances condujeron a la actualización en el 2020 de la Estrategia Nacional contra el VIH/SIDA , que se basa en estas pruebas y pide que se intensifiquen los esfuerzos de prevención en las comunidades donde el VIH está más concentrado; que se amplíen los esfuerzos para prevenir la infección por el VIH utilizando una combinación de enfoques eficaces y basados en pruebas; y que se mantengan los esfuerzos para educar a todos los estadounidenses sobre los riesgos, la prevención y la transmisión del VIH. La investigación sobre los efectos del cuidado médico del VIH, el tratamiento y los efectos de la vivienda, la inestabilidad alimentaria y otros factores sobre la capacidad de las personas para permanecer en el cuidado y tomar los medicamentos para el VIH según lo indicado también se abordaron en la Estrategia actualizada. La Estrategia actualizada también pide que se tomen medidas para garantizar la conexión oportuna y la permanencia en los cuidados médicos y los servicios sociales que puedan tanto maximizar los beneficios del tratamiento en una fase temprana para las personas con VIH como prevenir la transmisión de nuevas infecciones.

Los esfuerzos adicionales se centran en seguir mejorando la respuesta al VIH entre los grupos minoritarios raciales y étnicos más afectados por el VIH. La Iniciativa contra el SIDA en las Minorías (MAI, por su sigla en inglés) sirve como un recurso importante para incrementar la capacidad de las agencias y oficinas del HHS para mejorar los resultados relacionados con el VIH y reducir las disparidades relacionadas con el VIH entre las comunidades de minorías raciales y étnicas. Establecida por el Congreso en 1999, la legislación asigna recursos de la MAI a los CDC, HRSA, SAMHSA y el Fondo para la Iniciativa contra el SIDA en las Minorías del Secretario del HHS (SMAIF, por su sigla en inglés; página disponible en inglés). Los recursos concedidos a las agencias del HHS apoyan la prestación de servicios que están diseñados para complementar, no duplicar, los que reciben apoyo de otras financiaciones. Dos de las áreas de énfasis especial del SMAIF son el desarrollo de la capacidad de las organizaciones de base comunitaria y la mejora de la calidad de los cuidados. El SMAIF desempeña una función única en la mejora de la calidad de la prevención y el cuidado de las minorías raciales y étnicas. El SMAIF apoya demostraciones interinstitucionales y proyectos administrados por agencias (en inglés) que sirven como laboratorios de innovación, probando nuevos enfoques antes de que las innovaciones se introduzcan más ampliamente en los sistemas de prevención, prueba o cuidado. El trabajo incluye la evaluación de cómo puede mejorarse la eficacia y la calidad de los servicios para atender mejor a las personas que necesitan servicios relacionados con el VIH. Los actuales proyectos de demostración respaldados por el SMAIF ayudan a los departamentos de salud a implantar la PrEP para los hombres gais y bisexuales de color y ayudan a los centros de salud a ampliar las pruebas del VIH. Los éxitos generados a partir de las actividades del SMAIF crean cambios duraderos en toda la cartera federal de prevención y cuidado del VIH, mejorando la eficiencia, reduciendo aún más la infección por VIH y salvando vidas y fondos para los cuidados de salud.

En todo el Gobierno federal, las agencias están desarrollando, planificando y aplicando estos y otros programas de prevención del VIH dirigidos a las poblaciones de mayor riesgo; difundiendo recursos educativos y mensajes (en inglés) sobre los riesgos y la prevención del VIH; educando a los profesionales de los cuidados de salud sobre las estrategias de prevención del VIH basadas en pruebas; realizando investigaciones para desarrollar, probar y mejorar herramientas y técnicas de vanguardia que puedan prevenir el VIH en diversas poblaciones de todo el mundo (en inglés); y muchas otras actividades para alcanzar la visión de un futuro libre de nuevas infecciones por el VIH.

Para leer sobre las actividades de prevención del VIH de las distintas agencias y oficinas, navegue hacia abajo.