El VIH y la salud de la mujer
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¿Cómo afecta el VIH a las mujeres de manera diferente?
El VIH puede causar algunos problemas de salud únicos en las mujeres, como:
- Problemas ginecológicos de salud
- Mayor probabilidad de presentar cáncer de cuello uterino
- Mayor probabilidad de presentar enfermedades cardiacas
- Efectos secundarios e interacciones de los medicamentos para tratar el VIH
- Problemas relacionados con el envejecimiento
El embarazo y el control de la natalidad también requieren una gestión cuidadosa con un proveedor de cuidados de salud.
Lo bueno es que las mujeres con VIH que toman los medicamentos para el VIH (llamada terapia antirretroviral o ART) según lo indicado y alcanzan y mantienen una carga viral indetectable pueden vivir sanamente y no transmitirán el VIH a sus parejas VIH negativas por medio de relaciones sexuales. Una carga viral indetectable es tener un nivel de VIH en la sangre tan bajo que una prueba estándar de laboratorio no puede detectarlo. Conozca más sobre los beneficios para la salud y la prevención asociados con la supresión viral y a obtener una carga viral indetectable.
Problemas ginecológicos de salud y el VIH
Los problemas ginecológicos son comunes entre las mujeres. Algunos de los problemas que pueden experimentar las mujeres positivas con el VIH son:
- Problemas relacionados con las infecciones de transmisión sexual (ITS): la detección y el tratamiento de las ITS son importantes para todas las mujeres. Sin embargo, son especialmente importantes para las mujeres con VIH porque algunas ITS, como el herpes genital, la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y el chancroide (en inglés), pueden manifestarse con más frecuencia y ser más graves y difíciles de tratar. Además, tener VIH y otras ITS puede aumentar la probabilidad de transmisión del VIH a las parejas sexuales.
- Infecciones vaginales (Candidiasis vaginal): en las mujeres con VIH, la candidiasis vaginal puede producirse con más frecuencia y ser más difícil de tratar. La candidiasis vaginal recurrente (la que se produce al menos cuatro veces al año) pueden darse con más frecuencia en mujeres con VIH avanzado o SIDA
- Vaginosis bacteriana (VB): la VB es una afección causada por cambios en la cantidad de ciertos tipos de bacterias que se encuentran en la vagina. La VB es más frecuente en las mujeres con VIH y puede ser más difícil de tratar.
- Problemas en el ciclo menstrual: las mujeres con VIH pueden experimentar ausencia de periodos, sangrados más ligeros o abundantes, o un síndrome premenstrual más grave.
Existe tratamiento para estas afecciones. Hable con su equipo de cuidados de salud sobre las opciones de tratamiento más adecuadas para usted.
El cáncer de cuello uterino y el VIH
Las mujeres con VIH tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de cuello uterino. Es importante que sigan las recomendaciones del proveedor de atención médica sobre la frecuencia con la que deben hacerse las pruebas de detección.
El cáncer de cuello uterino comienza en el cuello del útero, la parte inferior y estrecha del útero (la matriz). Es un cáncer que define el SIDA. Eso significa que un diagnóstico de cáncer de cuello uterino marca el punto en el que la infección por VIH de una persona ha progresado a SIDA.
La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino son causados por el virus del papiloma humano (VPH). Existen diferentes tipos de VPH, con algunos tipos que causan cáncer de cuello uterino y otros que no.
Los tipos de VPH que causan cáncer de cuello uterino son más frecuentes en las mujeres con VIH. En gran parte, el cáncer de cuello uterino puede ser prevenido a través de pruebas de Papanicolaou regulares y con la vacuna contra el VPH. Por este motivo, las mujeres con VIH deben someterse a pruebas de Papanicolaou regulares para detectar células cervicales en proceso de cambio antes de que se conviertan en cáncer. Hable con su proveedor de cuidados de salud sobre el calendario de pruebas de Papanicolaou más adecuado para usted.
La vacuna contra el VPH (en inglés) se recomienda a las mujeres (y hombres) con VIH hasta los 26 años en caso de que aún no se hayan vacunado. Algunos adultos de entre 27 y 45 años que aún no se hayan vacunado podrían optar por vacunarse contra el VPH después de hablar con su proveedor de cuidados de salud sobre su probabilidad de contraer nuevas infecciones por VPH y los posibles beneficios de la vacunación.
Efectos secundarios e interacciones de los medicamentos para el VIH
Los medicamentos para el VIH son igual de eficaces en las mujeres que en los hombres. Sin embargo, algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios diferentes en las mujeres que en los hombres. Por ejemplo, el medicamento para el VIH ritonavir (también llamado Norvir o RTV, por su sigla en inglés) puede causar más náuseas y vómitos en las mujeres. Este medicamento es a veces recetado para ayudar a que otros medicamentos contra el VIH funcionen mejor.
Los medicamentos para tratar el VIH también pueden hacer que las mujeres tengan una probabilidad mayor que los hombres de acumular grasa por todo el cuerpo o de tener problemas de páncreas.
Además, los medicamentos para tratar el VIH pueden interactuar con otros medicamentos, lo que puede afectarle o hacer que sus medicamentos para el VIH sean menos eficaces. Entre ellos se incluyen:
- Medicamentos recetados
- Medicamentos que no requieren receta
- Drogas recreativas y alcohol
- Remedios a base de hierbas
Si está tomando medicamentos para tratar el VIH y tiene problemas con algún efecto secundario o preguntas sobre las interacciones entre medicamentos, hable con su proveedor de cuidados de salud o farmacéutico para encontrar soluciones que funcionen para usted. NO reduzca, se salte o deje de tomar sus medicamentos para el VIH a menos de que su proveedor se lo indique.
El envejecimiento de la mujer y el VIH
Gracias a la eficacia del tratamiento para el VIH, las mujeres con VIH cada vez viven más años. Eso también significa que, a medida que envejecen, se enfrentan a los mismos problemas de salud que muchas otras mujeres mayores, como enfermedades cardiacas, diabetes, hipertensión, artritis y algunos cánceres.
Las mujeres con VIH también pueden enfrentarse a otros problemas de salud a medida que envejecen. Entre ellos se incluyen:
- Menopausia: las mujeres con VIH pueden entrar en la menopausia más jóvenes o tener sofocos más intensos que las mujeres que no tienen VIH. Los investigadores también creen que el descenso de la hormona femenina estrógeno tras la menopausia puede afectar el conteo de CD4 en las mujeres.
- Osteoporosis-La osteoporosis es una enfermedad que hace que los huesos se debiliten y se quiebren con facilidad. Es una preocupación para todas las mujeres mayores, pero especialmente para las mujeres con VIH. La pérdida de masa ósea se produce más rápidamente en las mujeres (y los hombres) con VIH que en las personas que no lo tienen. Algunos medicamentos contra el VIH también pueden aumentar la probabilidad de padecer osteoporosis.
Si tiene preguntas sobre los síntomas de la menopausia o sobre la osteoporosis, hable con su equipo de cuidados de salud.
Las afecciones cardiacas y el VIH
Las afecciones cardiacas relacionadas con el VIH son una de las principales causas de muerte entre las personas con VIH, incluso cuando siguen un tratamiento constante y eficaz.
La probabilidad de sufrir un infarto es una preocupación particular para las mujeres. Las mujeres con VIH son tres veces más propensas a sufrir un infarto que las mujeres que no tienen VIH.
Se están realizando investigaciones (en inglés) para aprender cómo los factores exclusivos de las mujeres con VIH afectan el riesgo de presentar afecciones cardiacas y qué se puede hacer al respecto
El embarazo y el VIH
Las personas con VIH pueden tener embarazos saludables. Pero algunas pueden necesitar cambiar sus medicamentos para tratar el VIH. Hable con su proveedor si está pensando en embarazarse, incluso sobre cómo prevenir la transmisión del VIH si su pareja no tiene VIH.
Además, es posible que las personas con VIH transmitan el virus a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. La buena noticia es que existen formas de reducir la probabilidad de transmitir el VIH al feto en un 1% o menos y proteger su propia salud.
La lactancia y el VIH
Si tiene VIH, la recomendación actual en los Estados Unidos apoya la toma de decisiones compartida entre usted y su proveedor de cuidados de salud con respecto a la alimentación del bebé. Tomar el medicamento para tratar el VIH y mantener una carga viral indetectable disminuye sustancialmente su probabilidad de transmitir el VIH a su bebé a través de la lactancia a menos del 1%. Sin embargo, la probabilidad no es cero. La fórmula infantil preparada adecuadamente o la leche materna humana de donante almacenada en bancos son alternativas que eliminan la probabilidad de transmisión a través de la lactancia. Si está en embarazo o está pensando en embarazarse, hable con su proveedor de cuidados de salud lo antes posible sobre qué opción de alimentación infantil es la más adecuada para usted. Conozca más.
Los métodos anticonceptivos y el VIH
Las mujeres con VIH pueden usar con seguridad cualquier método anticonceptivo para evitar el embarazo. Pero algunos medicamentos para tratar el VIH pueden reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales, como las pastillas anticonceptivas, los parches, los anillos o los implantes. Esto puede aumentar la probabilidad de embarazo. Es posible que las mujeres que toman ciertos medicamentos para tratar el VIH tengan que utilizar un método anticonceptivo adicional o diferente. Hable con su proveedor de cuidados de salud sobre qué método anticonceptivo es el más adecuado para usted.
Además, tenga en cuenta que el uso correcto de condones cada vez que mantenga relaciones sexuales puede ayudar a reducir la probabilidad de contraer ITS como gonorrea y sífilis.