Envejecer con el VIH

Envejecer con el VIH

La eficacia del tratamiento con medicamentos para el VIH (llamado terapia antirretroviral o ART, por su sigla en inglés) ha mejorado mucho hoy en día, por lo que las personas con VIH que son diagnosticadas a tiempo y que reciben ART pueden mantener la supresión viral y vivir sanamente. Por este motivo, casi la mitad de las personas con VIH en los Estados Unidos tienen 50 años o más. Muchas de ellas han vivido muchos años con el VIH; otras fueron diagnosticadas con VIH a una edad más avanzada.

Este es un cambio significativo desde los primeros años de la epidemia, cuando las personas diagnosticadas con VIH o SIDA tenían una expectativa de vida de solo 1 o 2 años después de su diagnóstico, ya que todavía no se disponía de tratamientos efectivos. Esto significaba que los problemas del envejecimiento no eran un punto importante para las personas con VIH.

Según los datos más recientes (página en inglés) de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), en 2022, de los casi 1.1 millones de personas diagnosticadas con VIH en los Estados Unidos, más del 54% (596,044) tenían 50 años o más. Además, las personas de 50 años o más representaban el 16% de los 38,043 nuevos diagnósticos de VIH en 2022 en los Estados Unidos y áreas dependientes. En 2022, en comparación con 2018, las tasas de diagnósticos de VIH entre las personas de 45 a 54 años y de 65 a 74 años disminuyeron, y entre las personas de 55 a 64 años y menores de 75 años se mantenían estables.

Además, en 2022, las personas con VIH mayores de 50 años representaban casi la mitad de los más de medio millón de clientes atendidos por el Programa Ryan White contra el VIH/SIDA (RWHAP, por su sigla en inglés). Adicionalmente, en 2022, el 93% de los clientes de 50 años o más que recibían cuidados médicos para el VIH a través del programa RWHAP habían logrado la supresión viral, una cifra superior al promedio nacional del RWHAP (89.7%). (Conozca más sobre el programa RWHAP y los adultos mayores, en inglés).

Problemas de salud y envejecimiento con el VIH

Las personas que envejecen con el VIH comparten muchos de los mismos problemas de salud que la población general de 50 años o más: múltiples enfermedades o afecciones crónicas, el uso de múltiples medicamentos, cambios en las capacidades físicas y cognitivas y una mayor sensibilidad a los factores de estrés. Además, si bien el tratamiento efectivo del VIH ha disminuido la probabilidad de desarrollar enfermedades relacionadas con el SIDA entre las personas que envejecen con el VIH, muchas afecciones no relacionadas con el SIDA y asociadas al VIH ocurren con frecuencia en los adultos mayores con VIH. Esto incluye las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, las enfermedades renales y el cáncer. Es probable que estas afecciones estén relacionadas con otros factores que interactúan entre sí, como la inflamación crónica causada por el VIH. Los investigadores trabajan para comprender mejor qué causa la inflamación crónica, incluso cuando las personas reciben ART.

El VIH y su tratamiento también pueden tener efectos en el cerebro. Los investigadores calculan que entre el 25% y el 50% de las personas con VIH presentan trastornos neurocognitivos asociados al VIH (conocidos como HAND, por su sigla en inglés). Este es un espectro de trastornos cognitivos, motores o del estado de ánimo clasificados en tres niveles: asintomático, leve y demencia asociada al VIH. Los investigadores trabajan para comprender mejor cómo el VIH y su tratamiento afectan al cerebro, incluyendo los efectos en los adultos mayores con VIH.

Diagnóstico tardío del VIH entre los adultos mayores con VIH

Los adultos mayores en los Estados Unidos tienen una probabilidad más alta que los jóvenes de ser diagnosticados con VIH en una fase tardía de la enfermedad. Esto quiere decir que empiezan más tarde a recibir los beneficios del tratamiento del VIH y posiblemente presenten más problemas en su sistema inmune. Esto puede conducir a pronósticos más desfavorables y a una menor supervivencia tras el diagnóstico de VIH. Los diagnósticos tardíos pueden producirse porque es posible que los proveedores de cuidados de salud no siempre realicen las pruebas de detección del VIH a los adultos mayores. Además, los adultos mayores pueden confundir los síntomas del VIH con los signos del envejecimiento normal y no considerar el VIH como una posible causa que deberían comentar con su proveedor de atención médica.

Según un reporte de los CDC de 2024, en los Estados Unidos*, en 2022, el 33% de las personas de 55 años o más ya tenían una infección por VIH en una etapa tardía (SIDA) cuando recibieron un diagnóstico. Es decir, recibieron un diagnóstico más tarde en el curso de la enfermedad.

Los adultos mayores, el COVID-19 y otros virus respiratorios

Los adultos mayores y las personas de cualquier edad que ya presentan afecciones subyacentes graves tienen una probabilidad más alta de enfermarse a causa de virus respiratorios como el COVID-19, la gripe y el virus respiratorio sincitial (RSV, por su sigla en inglés). Esto incluye a las personas que tienen el sistema inmune debilitado. La probabilidad de que las personas con VIH se enfermen gravemente es más alta en las personas con un conteo bajo de células CD4 y en las personas que no siguen un tratamiento efectivo contra el VIH.

El riesgo de enfermarse gravemente por virus respiratorios también aumenta con la edad. Por ejemplo, las personas de 85 años corren un riesgo sustancialmente mayor de enfermarse gravemente que las personas de 65 años.

Lea la sección de preguntas frecuentes de los CDC sobre cómo protegerse del COVID-19, la gripe y el RSV (en inglés).

La importancia de los servicios de apoyo para adultos mayores con VIH

Vivir con VIH presenta ciertos retos, sin importar la edad. Pero los adultos mayores con VIH pueden enfrentar problemas diferentes a los de las personas más jóvenes, como un mayor aislamiento social y soledad. El estigma es también una preocupación especial entre los adultos mayores con VIH. El estigma afecta de forma negativa la calidad de vida, la imagen que se tiene de uno mismo y el comportamiento de las personas. Además, puede impedir que revelen su estado de VIH o que busquen los cuidados de salud o los servicios sociales que muchos adultos mayores pueden necesitar.

Por lo tanto, es importante que los adultos mayores con VIH se vinculen a los servicios de cuidado del VIH y tengan acceso a los servicios de salud mental y otros servicios de apoyo para ayudarles a mantenerse sanos y a seguir recibiendo cuidados para el VIH. Puede encontrar servicios de apoyo a través de su proveedor de cuidados de salud, su centro comunitario local o una organización de servicios para el VIH. También puede usar el Localizador de servicios para el VIH (en inglés) para encontrar servicios cerca de usted.

Fuentes (disponibles en inglés):

CDC. HIV Surveillance Report: Diagnoses, Deaths, and Prevalence of HIV in the United States and 6 Territories and Freely Associated States, 2022 HIV Surveillance Report 2024;24.

CDC. Monitoring selected national HIV prevention and care objectives by using HIV surveillance data—United States and 6 dependent areas, 2021. HIV Surveillance Supplemental Report 2023;28(4).

HRSA. Ryan White HIV/AIDS Program Annual Client-Level Data Report 2021. Published December 2022.

*Los datos sobre la etapa de la infección por el VIH provienen de 48 estados y el Distrito de Columbia que informaron a los CDC resultados completos de las pruebas de carga viral y conteo de células CD4 a fecha de 31 de diciembre de 2023.